viernes, 27 de mayo de 2011

Vivir Produce Cancer

Te levantas al amanecer y enciendes la tele, la radio, accedes al Internet, lees un diario o revista, y te encuentras con aquel artículo científico de investigación reciente, comprobada y fidedigna; “X” producto produce cáncer, con definiciones especificas del lugar u órgano que afecta con la temible enfermedad.

El comentario no te toma por sorpresa, porque ya estas algo acostumbrado a las noticias amarillistas que llaman la atención con un tema impactante, acompañado de un aclarando y una noticia pasiva, nada impresionante, pero decides seguir leyendo y efectivamente, están diciendo que “X” producto produce cáncer y anexa un lista de todo lo que pudieras haber estado consumiendo por años y que contiene dicho producto.

Tu digieres el nudo en tu garganta y te lees el articulo completo, para tener bases si tus amigos te discuten al compartirlo con ellos, haces unos arreglos en tu modus vivendi excluyendo el producto “X” y todo lo que lo contenga, haces promesas de llevar una vida más saludable, no por temor al cáncer, sino porque te nació ser mas ecológico.

No alcanzas las dos semanas de sacrilegio y el cáncer vuelve a ser noticia, ahora es el producto “ Y” el que se suma a la lista, y todos los que consumieron producto “ Y” están en riesgo. En esta te impactas tanto que hasta concultas a un medico amigo, y sacas de tu lista de consumo el producto “Y”, sintiéndote satisfecho porque no consumes de “X” ni “Y”, pero los diarios se generan cada 24 horas y los blogs se actualizan cada minuto, la radio no calla y la tele siempre tiene un nuevo programa sensacionalista, y todos en conjunto agregan más productos a la lista cancerígena… W, X, Y, Z, etc. Y tú ya no quieres ni comer, ni asearte, ni consumir combustible, porque todo produce cáncer, pero dejar de vivir produce muerte, y como tú no quieres morir, es necesario que aclaremos algunas cosas sobre el cáncer.

Si bien es cierto que se han demostrado potenciales cancerígeno en ciertas sustancias o productos que son consumidos por los seres humanos o sirven de materia prima para otros productos que interactúan en nuestro desenvolver diario, es necesario entender que no se propaga el cáncer como las enfermedades infecciosas, que al mínimo contacto con agentes infecciosos quedas afectado por el mismo (en un rango justo de posibilidades de acuerdo a características propias del agente causal y tuyas) pero cuando hablamos de sustancias cancerígenas, no son más que precipitantes, o sea sustancias que se suman a la posibilidad de la aparición de cáncer si se abusa de ellas o se les da un uso desproporcionado.

Es importante hablar también de una condición predisponente que debe haber en el organismo (en lo concerniente a la genética) algo que traemos en nuestro código de vida, que puede vivir pasivo o durmiendo en nosotros, y cuando se suman estas partículas, entonces despiertan estos códigos y aparece el temido mal.

Por lo cual no se produce el cáncer porque si o porque no, se produce cuando todos estos elementos entran en función de forma coordinada, para descoordinar tu organismo, y se alimentan de ti, haciéndose más potente y menos vulnerable, pero cuando vuelvas a ver la noticias aquella, no es una razón para temer, sino para alertar si estás en el grupo de riesgo para ese producto, o si en el aspecto genético (antecedentes familiares) te encuentras en riesgo, pero que se dé por entendido que no te estoy llamando a hacer caso omiso a las investigaciones, sino, a que no te invada el temor, porque si por descubrimientos es, he llegado a la conclusión que vivir produce cáncer.