jueves, 15 de octubre de 2009

En la Comarca, Don Paco


Historia: 1ra. Parte.

Don Paco era hombre de pueblo, servicial y cortesano del amigo, por eso era muy querido.
Dio pan al hambriento y cargó con los problemas del vecino, eso lo hizo tan querido.
Padecía grandes males que afectaban su vida, como la hipertensión y la diabetes, pero siempre precavido, no faltaba a su consulta con su querido doctor Vicente, hombre capacitado y aunque forastero, querido en la comunidad por sus buenos servicios prestados.
Cada vez que fuese necesario, Don Paco visitaba a Vicente, perdón… al Dr. Vicente, conservaban buena amistad y como decía don Paco, el Dr. Vicente me prueba.

Ya había avanzado en edad, su pelo blanco cenizo y salía a su consulta más temprano porque sus pasos habían menguado.
Esta vez Paco no fue, lo llevaron los vecinos, Paco cayó redondo, así dijo doña Nona, esa doña conocida y poco colaboradora, pero sabia narrar historias, lo decía todo y con lujo de detalles, así entró al consultorio, conduciendo el batallón de vecinos preocupados.

Vicente, perdón, el Dr. Vicente le recibió con asombro, y exclamó desconcertado: -qué le ha pasado a don Paco!, y antes de que le respondieran le abordó con un esfigmo.
Paco, Don Paco, Paco… así le gritó varias veces, y este lentamente abrió sus ojos, y dijo con voz cortada, carajo Vicente, carajo…

Sin demora Vicente, Perdón, el Dr. Vicente viendo la condición decidió su traslado. -Es un caso importante recalcó, y no podemos aquí tratarlo, vamos para el pueblo.
Una vieja camioneta le sirvió de ambulancia y el pueblo esperaba en la entrada de la comarca.
Todos cabizbajos, y doña Nona parlaba, “-E´ que Paco no decansa, paraba de casa en casa, y bebía café muy dulce, y fíjese que eso mata”.
Era un monólogo, un soliloquio, porque nadie respondía.
A lo lejos se ve Vicente, perdón, el Dr. Vicente, y viene a pie, caminando y sudando…