domingo, 25 de octubre de 2009

En La Comarca, Don Paco (Final)

En la tarde la unica calle de la comarca se ve solitaria y en ella solo camina Vicente, Perdon, el Dr. Vicente, que pasa por una casa y alli algunos lo llaman y le dicen en voz alta, Doctor para donde va?, puesto que cargaba maleta, él mira hacia la casa y se dirije a esta y desde la puerta les dice:

Hace años que vine aquí , para brindar mis servicios, años que con amor serví en cada minuto, hice grandes amigos, y crecieron los afectos.
Lidiè con enfermedades y obtuvimos la victoria –y paso a señalar-
Mildred, usted recuerda la tuberculosis de su hijo, ya está sano y es universitario; Jose, su resfriado tan frecuente, y la vez que lo golpeó la vaca, por cierto donde està la marca?, .. ni se ve., doña Miguelina, y esos parasitos, verdad que ya no molestan?; y la papera de Luis, cediò con acetaminofen, y cuántas cosas más pudiera decir, pero hay una enfermedad con la que no pude, una que por mas que lei y crei prepararme me ha vencido, esa se llama el chisme, chisme que enferma el alma y que daña relaciones, y descuiden que no es una epidemia aquí, porque solo una la padece.

Cuando me fui al pueblo con Paco, el diagnóstico en el hospital fue de intoxicación, y lo ultimo que Paco pudo decirme en su lecho de muerte, fue que doña Nona le habia convidado a tomar una botella que ella misma preparaba y que curaba presion, circulación y el corazón; antes de ir a la consulta, él decidió pasar por donde doña Nona y tomó aquella bebida, y salio hacia la consulta, pero su efecto fue muy rápido, por eso ustedes le encontraron en la calle mareado y balbuceando, pero nada se le entendia.

Al oirse el bullicio doña Nona se agregò y junto a ustedes como solidaria que luce llegó hasta mi consulta, si me hubiera confesado, aquí estuviera don Paco, pero de su boca solo salieron perjurios y acusaciones baratas, porque padece de chisme.
Yo ahora me retiro, y prometo estudiar esta enfermedad humana y volveré cuando la domine, sanaremos a doña Nona y viviremos felices, al menos a eso aspiro.

Un breve silencio y se marchó.