viernes, 13 de febrero de 2015

De Médico a Delincuente

Este articulo fue publicado en un periodico local, y merece ser reproducido...



Querido delincuente

GUITI TOLOQUI
Querido delincuente: Mucho gusto en conocerte, no pude presentarme bien, fue rápido nuestro encuentro decente! Querido delincuente, ha sido un placer conocerte, saber que increíblemente no eres el peor de la gente…Sí, querido delincuente, eres malo pero no el peor de la gente.
Pero no te vayas tan rápido, déjame presentarme: Me levanto todos los días a las 5, mientras el sol aún duerme y creo que tú también. Entre sueño me baño y me digo “sé fuerte, tú puedes”. Me pongo la camisa blanca que encontraste en mi bulto, es mi favorita, fue regalo de mi madre. Me recojo el pelo y me paso el lápiz negro que viste entre mis maquillajes para esconder la palidez de mis ojos cansados que no han dormido suficiente. A las 6, ya lista, cierro la puerta de mi casa con las llaves donde está también una pequeña llave rosa, que es la de mi locker, donde guardo medicamentos para mis pacientes. Se me olvidó decirte, soy médico. Todos los días cuido de tu gente.
Querido delincuente, tengo años sin ver a mis abuelos, están muy viejos y yo todos los días después de graduarme, hasta hace 3 años, le he pedido a Dios que me dé un chance de poder viajar y poder verlos.
Sabes, los extraño mucho, sé que entiendes ese sentimiento. Los 20 mil pesos que encontraste en mi monedero fue mi ahorro de mucho tiempo, al fin iba a poder verlos y no te perdonaré si no los veo.
El celular que quitaste de mis manos, fue esfuerzo de seis meses de trabajo, andaba con uno muy viejo que se descargaba a cada rato. No lo compré de lujo, lo compré para recibir llamadas en mis noches de guardia, cuando amanezco en el hospital mientras tú duermes.
Solo para cuidar de la gente, quizás algún día de ti, de tu madre, de tu hermano o de tus viejos.
Querido delincuente, de nuestro pequeño encuentro noté, recuerdo, solo sé que me agarraste las manos y ahora me las agarra un yeso… y no es el peso que llena mis ojos de lágrimas, es el recuerdo… Pero déjame decirte, que ahora entiendo por qué eres delincuente. Vi que te dan muy buen trato; encuentran la llave de mi casa en tu bolsillo y me dicen “esto no es evidencia suficiente”!! Un trabajo sin horario fijo, libre de impuesto, sin responsabilidad y compromiso… tal vez te agarran, pero estás protegido! Dime entre nosotros dos, aunque descansas mucho más que yo, ¿Duermes tranquilo?



Tomado del Listin Diario